
La ruta del Flysch en la costa vasca
La Ruta del Flysch es una de las rutas más espectaculares de senderismo del País Vasco. Esta ruta de aproximadamente 13 kilómetros de longitud, que se extiende desde Zumaia hasta Mutriku, es famosa por sus impresionantes vistas de acantilados, playas y formaciones rocosas.
El Flysch es una formación rocosa que alterna capas duras y blandas de materiales geológicos. Se calcula que cada capa representa unos 10.000 años, y que las capas más duras se corresponden a períodos más fríos.
La ruta tiene una longitud total de aproximadamente 13 kilómetros, y se puede hacer en unas 4-5 horas, dependiendo del ritmo del caminante y de las paradas que se hagan en el camino. La ruta no es especialmente difícil, pero hay algunas secciones empinadas y rocosas que pueden requerir un poco más de esfuerzo. El aspecto más importante que hay que tener en cuenta es el estado de las mareas, ya que si la marea está alta no se podrá pasear por la playa ni contemplar el paisaje más típico de la ruta del Flysch: los alcantilados. Tampoco hay que olvidar estar pendiente de la hora del subir de la marea, por cuestiones de seguridad.
Comenzamos en Zumaia, desde la Ermita de San Telmo, una bonita capilla que se encuentra en un promontorio rocoso con vistas al mar. Desde aquí, se comienza a caminar por el acantilado hacia el oeste, pasando por el impresionante flysch de Itzurun, con sus formaciones rocosas en capas que se elevan desde el mar.
A medida que se avanza por la ruta, se pueden ver diferentes formaciones de Flysch, como la espectacular playa de Sakoneta y su imponente pared vertical, que se eleva desde el mar en una impresionante cascada de roca sedimentaria.
Una vez dejamos atrás esta zona habremos realizado más del 60% del trayecto, por lo que a partir de este punto ya no se baja a la playa. Veremos las imponentes vistas de la costa vasca desde lo alto de los alcantilados o desde el interior de los bosques de Deba.
La ruta puede terminar en Deba o en Mutriku, dependiendo de las ganas de aumentar la ruta. Si queremos llegar hasta Mutriku, pasaremos por el antiguo puente sobre el río Deba, llegando a la playa de Ondarbeltz y su paso peatonal. Este paseo, con barandilla hacia el mar y protegido de la carretra por bloques de cemento, nos conducirá poco a poco hacia la zona de Arbe. Aquí veremos un pequeño mirador en el que podremos detenernos. Continuaremos la ruta dejando en tunel al lado oeste, donde el paseo asfaltado se unirá con el clásico paseo por el puerto de Mutriku.
La Ruta del Flysch es una experiencia única que combina la belleza natural con la geología y la historia. Es una ruta exigente, pero que vale la pena para aquellos que buscan disfrutar de un paisaje impresionante y único en el mundo. ¡No te la pierdas!