El árbol y el bosque del año podrían ser alaveses
Creado por la ONG Bosques Sin Fronteras en el año 2007, el concurso del Árbol y Bosque del Año pretende destacar árboles y bosques monumentales que sean parte integrante de la comunidad humana junto a la que viven. De esta forma, se reconocen como un importante patrimonio natural y cultural que valorar y proteger, fomentando su conservación y el desarrollo rural.
De cara a esta edición, entre los nominados encontramos dos casos alaveses de gran relevancia para la historia y la cultura de su zona: la encina de Artziniega y el castañar de Apellániz.
La encina de Artziniega
Este árbol de más de 500 años de historia es mucho más que un elemento natural en el paisaje de Aiaraldea. De hecho, se trata de uno de los centros de la identidad cultural, religiosa y comunitaria de esta región.
Antiguamente el entorno de la encina fue el punto de encuentro de la Junta de Ordunte, integrada por los concejos de Sojoguti, Retes de Tudela, Mendieta y Santa Coloma. En este espacio, se debatían cuestiones fundamentales para la comunidad, como el aprovechamiento de los montes y pastos.
Su relevancia trasciende lo social, ya que este majestuoso árbol está estrechamente vinculado a la tradición religiosa de la zona, materializada en el Santuario de Nuestra Señora de La Encina. Existen dos leyendas en torno a la aparición de la Virgen: según una de ellas, fue bajo esta encina donde una pastorcilla encontró una imagen de la Virgen, mientras que en otra versión se cuenta que la propia Virgen se apareció sobre sus ramas. Además, el árbol es protagonista de una de las festividades más tradicionales de la villa de Artziniega, el Ferial de la Encina, celebrado cada 8 de septiembre, día de la Virgen de La Encina.
Conscientes de la importancia del elemento natural, el Gobierno Vasco declaró la encina de Artziniega árbol singular en 1995. Hoy en día este árbol centenario se ha convertido en un símbolo identitario de la villa ayalesa, formando parte de su historia, cultura, tradiciones y escudo.
El castañar de Apellániz
Se trata de una joya natural de 13 hectáreas ubicada en Mendialdea y que forma parte del Parque Natural de Izki. Su relevancia radica en que es el castañar de mayor tamaño y mejor conservado en todo el territorio vasco.
Su recuperación ha sido posible gracias a la participación activa de vecinos y vecinas, que han hecho del castañar un ente vivo, cuidado y valorado por su comunidad. Hasta el punto de que durante los últimos cinco años se ha celebrado la Fiesta de la Castaña, referente en el territorio alavés para mucha gente. La recuperación y la puesta en valor de este árbol y su fruto cuenta cada vez con un mayor éxito y asistencia. Se realizan dos jornadas, en sábado y domingo, con veredas, talleres infantiles y visitas guiadas al castañar. Además, la edición de este año ha estado marcada por el estreno del vídeo “Apellaniz y sus castañas” y de la guía “Buenas prácticas en el castañar“.
En caso de tener interés en el proceso que se está siguiendo, recomendamos este micro-documental sobre la experiencia de la recuperación de uno de los castañares más antiguos y mejor guardados de Euskadi, realizado por la asociación Euskal Herriko Hazien Sarea.
Cómo votar
La encina de Artziniega y el castañar de Apellániz son ejemplos perfectos de cómo el patrimonio natural conecta, enriquece y fortalece las relaciones dentro de una comunidad. Dentro del certamen compiten en las categorías de “Árbol del Año 2025” y “Bosque del Año 2025” junto a otros interesantes ejemplos estatales que se pueden consultar en la web oficial de la ONG Bosques Sin Fronteras, donde también encontraremos un apartado en el que votar por nuestro nominado favorito. Importante: la votación es gratuita y está abierta al público hasta el día 15 de diciembre.
¿A qué esperas? ¡Vota por el árbol y el bosque del año!