El bosque pintado de Oma
Poco a poco se va acercando el buen tiempo, por lo que los planes de quedarse en casa o en el interior de los bares va llegando a su fin… Y comienza la temporada de ir al bosque, de disfrutar la naturaleza con la brisa primaveral, despertando los sentidos tras el largo invierno.
Hoy vamos a hablar de uno de los bosques más especiales del territorio vasco: El bosque de Oma. También conocido como “El bosque pintado de Urdaibai”, esta obra de arte a gran escala se sitúa en Kortezubi (en la reserva de la biosfera de Urbaibai), junto a las cuevas rupestres de Santimamiñe; y supone una combinación entre naturaleza y arte que no deja indiferente.
Creado entre 1981 y 1985 por el escultor y pintor bilbaíno Agustín Ibarrola, este peculiar bosque pintado pretende unir la ancestralidad de los pintores del Paleolítico con la moderna corriente artística del Land Art, la cual se centra en utilizar el entorno natural como lienzo. Ocupa más de 4 hectáreas, y dentro del mismo hay más de 47 obras de arte, estando cada una de ellas compuesta por varios árboles.
Esta es la clave de la obra, ya que, dependiendo del punto de vista desde el que se mire cada conjunto de árboles, el resultado visual de la obra varía. Por tanto, existe un bosque diferente para cada uno de sus visitantes.
Actualmente el bosque original está cerrado, debido a un hongo conocido como “banda marrón” que se ha cebado con sus árboles, pero la Diputación Foral de Bizkaia está reproduciendo sus obras en una localización muy cercana al bosque original. Recuerda que para acceder al nuevo bosque de Oma hace falta reserva previa.