Espirales, ondas, flores, estrellas, animales, colores y letras nos acompañarán en una muestra de una artista desconocida hasta hace unas décadas: Hilma af Klint (1862-1944). Pionera de la abstracción, su obra explora lo espiritual, lo divino y lo simbólico.

Hasta el próximo 2 de febrero de 2025, el Museo Guggenheim de Bilbao dedica toda su segunda planta a cerca de 200 obras de la artista sueca, haciendo así un recorrido a través de toda su obra. Además de ejemplos de su época más académica, también se podrá disfrutar de acuarelas, cuadernos de apuntes, series como Pinturas para el templo y Los diez mayores, y sus obras ligadas al grupo espiritista de “Las Cinco”.

Nacida en 1862 en una destacada familia de navegantes de la ciudad de Estocolmo, fue una mujer privilegiada para su época, ya que pudo acceder a una muy completa educación y contó con el apoyo de su familia a la hora de dedicarse al arte. Si bien su formación en la Real Academia Sueca de Técnicas y Bellas Artes estuvo dirigida al retrato y en el paisaje naturalista, la muerte de su hermana pequeña le hizo explorar nuevas teorías que llegaban desde Estados Unidos, como el espiritismo y el ocultismo.

De hecho, Hilma af Klint fue una de las integrantes de “Las Cinco” o “De Fem” junto a Anna Cassel, Mathilda Nilsson, Sigrid Hedman y Cornelia Cederberg. El grupo celebraba reuniones para entrar en contacto con el más allá utilizando dibujos automáticos, es decir, permitiendo que sus manos fueran guiadas o se movieran sin premeditación. Por otro lado, las cinco creadoras participaban de forma activa en movimientos por los derechos civiles y políticos de las mujeres en Suecia.

Vista de la instalación de Hilma af Klint – A Pioneer of Abstraction, 2013. Foto: Åsa Lundén/ Moderna Museet.

A lo largo de la primera década del siglo XX, Hilma af Klint empezó a desarrollar su característica pintura colorista y completamente novedosa y abstracta. Era la primera vez en la que una artista jugaba como ella con la abstracción y el color, sin hacer prácticamente referencia a lo figurativo. Fue consciente de que el mundo no estaba aún preparado para su visión, por lo que pidió que no se exhibiera su obra hasta pasados 20 años de su muerte. Su petición fue cumplida con creces, puesto que finalmente no se exhibieron hasta 1986, momento en el que fue presentada como una figura clave en la exposición que se celebró en Los Ángeles “Lo espiritual en el arte: pintura abstracta 1890–1985”.

Mientras que artistas como Vasily Kandinsky, František Kupka, Kazimir Malévich y Piet Mondrian han sido ampliamente reconocidos, Hilma af Klint ha sido una completa desconocida hasta hace unas pocas décadas. Ahora, tenemos la oportunidad de conocer su obra en Bilbao de primera mano, ¡no os la perdáis!