Un paseo por la ría de Bilbao
Darse un paseo por Bilbao siempre es una buena idea. Recorrer sus calles supone viajar a través de la historia, el arte y la cultura de la villa. En esta ocasión, os proponemos un agradable itinerario a orillas de la ría de Bilbao.
Empezaremos nuestro recorrido por la icónica estación de ferrocarriles de La Concordia. También conocida como estación de Santander, se trata de una joya modernista de la villa de Bilbao. Se inauguró en 1902 y es obra de los arquitectos Valentín Gorbeña y Severino Achúcarro. En el edificio distinguimos materiales muy diversos, como la cerámica, el cristal y el hierro. Al parecer, este curioso nombre viene de un acuerdo al que se llegó durante un litigio celebrado en el terreno.
Cruzando por el puente del Arenal, llegaremos a uno de los principales teatros bilbaínos: el Arriaga. De estilo neobarroco, fue inaugurado el 31 de mayo de 1890 siguiendo los diseños del arquitecto cántabro Joaquín de Rucoba. Está dedicado al compositor bilbaíno Juan Crisóstomo de Arriaga (1806-1826), a quien se ha llegado a denominar el “Mozart vasco” debido a las dotes musicales que presentó desde una temprana edad y su pronto fallecimiento a los 19 años.
Sin embargo, este no ha sido el primer teatro que ha ocupado el solar. Previamente, contaron con el “Teatro de la Villa”, inaugurado en 1834, pero tras los daños sufridos en las Guerras Carlistas y las necesidades de modernizar el espacio, decidieron derribarlo y construir otro. Por otro lado, ha tenido grandes obras de mantenimiento y ampliaciones periódicas tras el incendio el 22 de diciembre de 1914 y sufrir grandes daños a causa de las inundaciones de 1983.
Junto a este edificio, tenemos el emblemático parque del Arenal y su quiosco Art Decó, donde se suele ver a la Banda Municipal de Bilbao dando conciertos. Si vais en estas fechas tan especiales, os recomendamos que os paseéis por el Arenal al atardecer, momento en el que encienden la iluminación de Navidad. Del mismo modo, muy cerquita tenemos la interesante iglesia barroca de planta de cruz griega de San Nicolás de Bari.
Continuando nuestro paseo por la ría, nos dirigiremos al Ayuntamiento de Bilbao. Obra del arquitecto bilbaíno Joaquín Rucoba, fue inaugurado en 1892 y mezcla varios estilos artísticos. Junto a la casa consistorial, tenemos la obra del escultor vasco Jorge de Oteiza “Variante ovoide de la desocupación de la esfera” (1958) y el banco de Beteluri, en el que se juraba el cargo de fiel o alcalde pedáneo.
A continuación, cambiaremos de orilla sirviéndonos del conocido Zubizuri. En euskera, su nombre significa “puente blanco”. Se trata de un diseño de Santiago Calatrava de 1997 que conecta el Campo de Volantín con Uribitarte (el Ensanche bilbaíno).
De camino al Museo Guggenheim Bilbao, disfrutaremos de la escultura “Las sirgueras” (2021) de la artista navarra Dora Salazar. La obra representa a aquellas mujeres trabajadoras que a finales del siglo XIX arrastraban a contracorriente las gabarras y diversas embarcaciones con una cuerda o sirga. Siguiendo investigaciones de autores como Imanol Barbería, sabemos que estas mujeres llegaron a constituir un gremio y muchas lo combinaban con el trabajo de cargueras en los muelles.
Algo más adelante, llegaremos al Museo Guggenheim Bilbao. Inaugurado en 1997 y con un diseño del afamado Frank O. Gehry, se ha convertido en uno de los símbolos internacionales de la ciudad. Con forma de barco, este museo se asienta en un antiguo muelle y forma parte de la reconversión de la ciudad llevada a cabo desde los 90. Recomendamos que os acerquéis a la pasarela de Pedro Arrupe para sacar una bonita panorámica con la Ría, el Guggenheim y el puente de La Salve.
Nuestra última parada será el Itsasmuseum. Su nombre combina las palabras itsas (mar en euskera) y museum (museo en inglés). Desde 2003, está ubicado en los antiguos Astilleros Euskalduna y sus exposiciones buscan difundir el patrimonio marítimo de la ría de Bilbao.
Junto a este museo, tenemos a Carola, la única grúa original de los muelles de la ciudad. Su nombre se debe a la historia de una bella joven de Deusto llamada Carola que cruzaba la ría para ir a trabajar a la plaza del Sagrado Corazón, atravesando las instalaciones del Euskalduna. Al verle, los operarios hacían sonar las sirenas de las fábricas. La grúa estuvo activa hasta el cierre de los Astilleros Euskalduna en 1987.
Del mismo modo, en este enclave podemos admirar dos iconos futbolísticos de la Villa: la gabarra del Athletic Club de Bilbao y, en lo alto, el estadio de fútbol de San Mamés Barria.
Como veis, en apenas una hora hemos viajado a través de la historia de la ciudad de Bilbao, conociendo los cambios, las costumbres, los emblemas y la vida de sus gentes. Esperamos que os haya gustado este paseíto online, ¡ahora toca hacerlo en persona!